Auténtica joya del barroco romano, la Galería Colonna fue comisionada a mediados del 1600 por el Cardenal Girolamo I Colonna y por el sobrino Lorenzo Onofrio. Fue más tarde inaugurada por el hijo de Lorenzo Onofrio, Filippo II, en el 1700.

Auténtica joya del barroco romano, la Galería Colonna fue comisionada a mediados del 1600 por el Cardenal Girolamo I Colonna y por el sobrino Lorenzo Onofrio. Fue más tarde inaugurada por el hijo de Lorenzo Onofrio, Filippo II, en el 1700. El proyecto original es del arquitecto Antonio del Grande y fue completado, en los últimos decenios del 1600, por Gian Lorenzo Bernini, Johan Paul Schor y Carlo Fontana.

Desde el primer momento, la Galería fue ideada como una majestuosa sala de representación para celebrar la victoria de la batalla de Lepanto en 1571. El comandante de la flota pontificia, Marcantonio II Colonna, está representado en varios momentos en toda la bóveda de la Sala Grande de la Galería, en la Sala de la Columna Bélica y en la Sala de los Paisajes.

El fresco de la bóveda que domina la Sala de la Columna Bélica es de Giuseppe Bartolomeo Chiari y escenifica la presentación en el cielo de Marcantonio a la Virgen. La sala toma el nombre de la columna de mármol rojo situada sobre un pedestal en el centro, que hace referencia al escudo de la familia. Las relativas decoraciones ilustran escenas de la vida de la antigua Roma. Entre las muchas obras de artes presentes en la Sala, destaca el espléndido cuadro del Bronzino que representa Venus Cupido y Sátiro. De relevante interés son también los tres cuadros de Michele di Ridolfo del Ghirlandaio que representan La Noche, encima del Bronzino, y, en la pared opuesta, La Aurora, Venus y Amor.

En la pequeña rampa de las escaleras que baja hacia la Sala Grande se encuentra una bala de cañón que cayó exactamente en este lugar en 1849, durante el período de la República Romana. Fue disparada desde el Gianicolo por el ejército francés a las órdenes del General Oudinot, que había entrado desde Porta San Pancrazio para socorrer al Papa Pìo IX de los rebeldes republicanos, entre los cuales, Mazzini, Armellini y Saffi, que ocuparon durante algunos meses el centro histórico de Roma.

Adornan la boveda de la Sala Grande la serie de frescos que representan los distintos momentos de la gran batalla de Lepanto, mientras en las paredes laterales se pueden admirar los cuatro majestuosos espejos pintados por Mario dei Fiori, Giovanni Stanchi y Carlo Maratta, y la imponente sucesión de obras maestras del Guercino, Salvator Rosa, Jacopo Tintoretto, Francesco Salviati, Guido Reni, Giovanni Lanfranco y otros más. Paseando por esta magnífica sala se pueden admirar cuadros, esculturas y otras obras de gran valor, que representan el corazón de las Colecciones artísticas de la familia, vinculadas por el fideicomiso desde el siglo XIX, como garantía para su conservación en el tiempo. Esta condición hace que las obras sean inalienables e indivisibles, indisolublemente parte de las paredes del palacio.

Para más información sobre la familia Colonna, el Palacio y sus obras, consultar las publicaciones a disposición que se encuentran en la sala Azul, de la Columna Bélica y de los Paisajes.

Una vez pasadas las dos majestuosas columnas revestidas de mármol antiguo amarillo, se entra en la Sala de los Paisajes, cuyo nombre se debe a los numerosos cuadros de temática campestre, obra de Gaspard Dughet. La bóveda, en la que se simboliza una alegoría de la Batalla de Lepanto, fue pintada al final del 600 por Luca Giordano y Sebastiano Ricci. El gran cofre de ébano y marfil, obra de los hermanos alemanes Steinhart, reproduce escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento y, en la parte central, escenifica el Juicio Universal obra de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina en el Vaticano. En la pared opuesta está situado un cofre de madera de sándalo y piedras duras que simboliza una villa romana de la época.

Prosiguiendo con la visita, se llega a la Sala del Apoteósis de Martín V, donde se puede admirar el cuadro de grandes dimensiones de Benedetto Luti situado en el centro del techo, que reproduce la presentación en el cielo del Papa de familia. En esta sala se encuentran varias obras maestras importantes, entre ellas destaca El Comedor de Judías de Annibale Carracci. La obra escenifica el almuerzo de un campesino del siglo XVI. Este cuadro ha inspirado seguramente tres siglos más tardes, a pintores impresionistas como Van Gogh y Degas. Situada encima se encuentra una notable pintura del Bronzino, la Virgen con el niño adormecido, santa Ana y san Juanito. A la derecha de la chimenea, en la parte superior, el retrato de San Julián el Hospitalero por Perino del Vaga y abajo el Retrato del compositor Adrian Willaert con el clavecín de Jacopo Tintoretto. En la pared central, El Tiempo rapta la Belleza de Cavalier d’Arpino, El rapto de Europa de Francesco Albani, San Jerónimo penitente en el desierto de Perugino y la Sagrada Familia con San Sebastián, San Jerónimo y la Magdalena de París Bordone. Y, aún, la Virgen Coronada de Andrea del Sarto, el Autorretrato con camafeo y la Resurrección de Lázaro de Francesco Salviati.

En el centro de la pared, encima de la consola romana del 600, un busto en mármol de Carrara del Cardinale Girolamo I Colonna, comisionista de la Galería, llevado a cabo por Orfeo Boselli en la mitad de 1600. A la izquierda, un importante cuadro de Jacopo Tintoretto, simbolizando Onofrio Panvinio, un histórico agustino muy conocido en su época; a la derecha, El Caballero de Paolo Veronese.

La Sala del Trono ha sido dedicada al Papa de familia, Oddone Colonna, elegido Sumo Pontìfice el 11 de Noviembre de 1417 en la festividad de San Martín, razón por la que eligió el nombre de Martín V. Durante su pontificado, que duró hasta 1431, Papa Martín V se alojó de manera permanente en el Palacio Colonna, que fue por tanto durante aproximadamente diez años Sede Pontificia. El trono que mira hacia al retrato papal estaba reservado a las visitas de los Papas, que hasta el 1870 solían de vez en cuando visitar los palacios de las antiguas familias del patriciado romano. A los lados del retrato de Martín V, están situados dos pequeños cuadros que representan Marcantonio II Colonna, triunfador en Lepanto, y su mujer Felice Orsini, obra de Scipione Pulzone. La Virgen con Ángeles de Stefano da Verona, del siglo XIV, y la Crucifixión de Jacopo Avanzi, del 1300 son dos de los cuadros más antiguos de la Colección.

En esta sala se encuentra el majestuoso tapiz del Siglo XVII de artesanía italiana que representa La Reina Artemisa que examina el projecto de la tumba del marido Mausolo. Se admiran también numerosas obras maestras, como La Matanza de los Inocentes de Jacopo del Sellaio, La reconciliación de Esaú y Jacob de Pieter Paul Rubens y taller, y el Ecce homo de Francesco da Bassano el joven.

La Sala Amarilla es la entrada de la Galeria desde el interior del Palacio y presenta frescos realizados por los hermanos Giuseppe y Stefano Pozzi, autores de las figuras, y de Giovanni Angeloni, autor de los paisajes y ornamentaciones, ultimados a mediados de los años Cincuenta del Siglio XVIII. Representan vistas imaginarias de villas, con efectos esceonográficos a trampantojos, como las dos guirnaldas de estuco en relieve que conectan el fresco con la bóveda.

A través de dos puertas se accede al Salón de la Capilla que conserva algunos tápices de la serie de la reina Artemisia de manufactura de París – Boulevard St. Marcel, fechados en los primeros años del siglo XVII. Interesantes también las pinturas, entre las cuales destaca La Resurrección de Cristo y de algunos miembros de la familia Colonna al final de los tiempos de Pietro da Cortona. Presente en la sala también el Ángel de la guarda y el Moisés con las tablas de las ley del Guercino. Impresionante la lámpara, la más grande del palacio, realizada en Murano en el siglo XVIII.

En la pequeña capilla de la familia aloja, encima del altar, el crucifijo de madera de Giuliano de Sangallo y una Sagrada Familia de Giuseppe Bartolomeo Chiari. A la derecha, una Deposición de Paolo Farinati (siglo XVI). A la izquierda, la vidriera del siglo XIX que representa el traslado del cuerpo de la Beata Margherita Colonna de Castel San Pedro a la iglesia romana de San Silvestro in Capite (1283).

Cruzando la Sala amarilla, se accede a la Sala del los primitivos. Aquí se puede admirar otro majestuoso tápiz francés de primeros del 600, de manufactura de París – Boulevard St. Marcel, que muestra la Reina Artemisia que asiste a las lecciones de equitación de su hijo Lygdamis. La sala alberga además una notable colección de cuadros, principalmente de temática sacra, entre los siglos XV y XVII. Destacan dos pequeños lienzos del famoso artista de Ferrara Cosmè Tura, que representan respectivamente la Virgen con el Niño (llamada también Virgen del Zodíaco, por los seños zodiacales representados en el fondo) y la Virgen Anunciadora; el San Agostino de Carlo Crivelli, la Virgen con el Niño y Santos di Jacopo Palma el Joven; y los dos cuadros de Pietro Alamanno con San Antonio Abate y un Santo Obispo, los dos Bernardino de Mariotto con La adoración de los pastores y Cristo entre doctores, los dos pequeños paneles, pintados por el maestro della Predella Colonna, representando el Nacimiento de la Virgen y Dos Donantes arrodillados en un paisaje.

Las prestigiosas tapicerias “all’indiana” de la mitad del siglo XVII adornan las paredes de la siguiente Sala de los bordados, realizadas con la técnica de hilo de oro y seda. El dosel central tiene los escudos de Colonna y Pamphilj, por el matrimonio entre Filippo II Colonna, hijo de Lorenzo Onofrio y Maria Mancini Mazzarino, con Olimpia Pamphilj, celebrado en 1697.

Desde esta sala se accede a un pequeño vestíbulo con espejos y frescos de la mitad del siglo XVIII, que nos lleva a la Sala del Apoteósis de Martín V.

Quien estuviese interesado en visitar privadamente bajo reserva, siete dias a la semana, el Apartamento Galleria y el Apartamento de la P.ssa Isabelle, que no dude en contactar las oficinas de la Galeria Colonna en el numero +39 06 6784350 o a travès del mail info@galleriacolonna.it