La historia de una antigua familia romana, desde sus orígenes, en el siglo XII, hasta nuestros días.

Los Colonna. Una antigua familia romana cuya historia inicia hace nueve siglos. El primer exponente documentado es de hecho Pietro, que vivió entre el 1078 y el 1108 en el campo al sur de Roma, en los alrededores del pueblo de Colonna, que dá el nombre al linaje.

Desde entonces hasta nuestros días se suceden 31 generaciones de la familia, cuya rama principal se establece en Roma en los primeros del 1200 en las pendientes de las colinas del Quirinale.

En la zona de la Piazza SS. Apostoli nacen precisamente en aquel período las primeras casas coloneses, que se convierten en breve en una verdadera y auténtica fortaleza. En los albores del 1600 el imponente edificio asume la forma de un gran palacio romano, que será continuamente restaurado y ampliado hasta la mitad del 1700. Desde entonces hasta hoy Palacio Colonna constituye un espléndido testimonio de una historia familiar aventurera en los primeros siglos y de gran finura y fascinación desde el período barroco en adelante. Las huellas de tantos artistas famosos, que han honorado el palacio con sus talentos, son aún muy visibles; la Galería Colonna es una de las máximas expresiones y suscita asombro y emoción en los actuales visitantes.

Volviendo a los acontecimientos familiares, en el siglo XII y el XIII se nos presentan los primeros cardenales coloneses, senadores y hombres de armas, que luchan por la reafirmación de la influencia en ámbito romano, pero además figuras místicas como la Beata Margarita (1255 – 1280), coetánea y seguidora de San Francesco, beatificada por el Papa Pio IX en 1848.

En el curso de 1400 el exponente de mayor relevancia es el Papa de familia Martino V, Oddone Colonna (1417 – 1431), el cual pone fin al oscuro período de la “maldad aviñonese” y del “cisma de occidente”. Durante casi un siglo Roma había sufrido una crisis profunda y un vacío de poder que había llevado a luchas furibundas entre las principales familias de armas, entre las cuales destacaron Colonna y Orsini. Tales desencuentros habían interesado en el papado de Bonifacio VIII Caetani, acérrimo adversario de los coloneses, con el cual Sciarra Colonna había llegado a la célebre afrenta de la “bofetada de Anagni”; pero incluso involucraron a varios vicarios pontificios sucesivos durante la permanencia de los papas en Avignon y el período de Cola de Rienzo, tambièn malvisto por los Colonna y aliado de los Orsini. Las dos familias dominaban los respectivos barrios, asì como dos vastas àreas rurarles en torno a Roma: al norte los Orisni, al sur los Colonna. Estos ùltimos presidìan militarmente tres vìas de acceso a la capital, Appia, Prenestina y Casilina, mientras Falminia, Salaria y Cassia eran controladas por los Orsini.

Papa Martino V reporta la Sede Apostòlica a Roma y, como refinado diplomàtico que es, inicia una obra de pacificaciòn y reconstrucciòn autèntica en la ciudad. El renacimiento romano tiene en èl un iluminado exponente de primerìsimo plano y su atención està ademàs dirigida a las cuatro principales basìlicas romanas a las cuales dedica el màximo cuidado, asì como a la reorganizaciòn de los distintos ministerios pontificios.

Eligiò como residencia suya Palacio Colonna, que se convierte por lo tanto durante once años en sede apostòlica.

En la segunda mitad del 1400, la familia se enfrenta con otro pontìfice aliado de los Orsini, Sito IV della Rovere, y Roma recae en un clima de acèrrimos desencuentros entre los distintos bandos, que continùan en fases alternas incluso bajo el pontificado de Alessandro VI Borgia. Tal perìodo de turbulencia se concluye definitivamente gracias a la paciente y prolongada obra de mediaciòn del Papa Giulio II della Rovere, el cual en 1511 llega a un solemne tratado de paz entre los Colonna y los Orsini; la “pax romana” concluye de hecho el final del conflicto que había ensangrentado Roma durante más de dos siglos. Los jefes de los dos linajes romanos, Fabrizio I Colonna y Giulio Orsini, en presencia del Pontífice y de los máximos representantes de los ilustres linajes desplegados con los unos o con los otros, juran solemnemente y firman un acto de compromiso, abrazándose delante del altar y disculpándose recíprocamente por cada antigua ofensa. La paz entre las dos familias viene solemnizada con el matrimonio entre Marcoantonio II y Felice Orsini. Los padres del esposo son Ascanio y Giovanna d’Aragona, nieta del emperador Carlos V. Tan Ilustre parentela se revela determinante durante el “saqueo de Roma” del 1527, cuando las tropas de Carlo V ponen a hierro y fuego toda la ciudad de Roma, mientras que el Palacio Colonna no es tocado y ofrece asilo y protección a casi tres mil ciudadanos, entre los cuales diversos cardenales e Isabella d’Este.

Hermana de Ascanio y Victoria Colonna, poetisa y musa de Michelangelo, al cual ha estado ligada con una profunda amistad afectuosamente recíproca. Muchos de sus encuentros en el Palacio Colonna y abundante correspondencia. En el célebre fresco del “juicio universal” en la Capilla Sixtina, Michelangelo retrata a su lado a Victoria, a la derecha del Cireneo.

Protagonista familiar del momento es de todas formas Marcoantonio II, el cual corona una vida aventurera como comandante de la flota pontificia en la batalla de Lepanto del 1571, de la cual sale triunfante. Su prestigio lo llevará a ser nombrado por el Rey Filippo II de España vicerrey de Sicilia.

Entre los hijos de Marcoantonio II y Felice Orsini encontramos a Costanza, gran protectora de Caravaggio desde los inicios de su tumultuoso y rápido ascenso artístico. Durante su permanencia romana, será a menudo invitado de Costanza y de su hermano Fabrizio II, marido de Anna de Borromeo, y precismente en el Palacio Colonna encuentra el primer reparo después de haber matado en duelo a Ranuccio Tomassoni. Desde allì Costanza y Fabrizio organizan su fuga a Nápoles con una estancia de algunos días en el Palacio Colonna de Paliano.

En el trascurso de 1600, los Colonna consolidan un papel de relevante influencia en Roma en las cortes de España y de Francia. Filippo I, el cardenal Girolamo I, Lorenzo Onofrio, marido de Maria Mancini Mazzarino, y Filippo II refinan la tradición familiar, anteriormente destinada al frecuente recurso a las armas, y promueven el coleccionismo, el arte de la diplomacia, la restauración de los palacios y el mecenismo. También viene dado un renovado impulso a una consciente “estrategia matrimonial”, que une la familia a una serie de ilustres linajes y consolida una relación de fidelidad y lealtad con la Santa Sede, que deja de ser ofuscado por las frecuentes redadas y simpatías filoimperiales de los siglos anteriores.

Es de esta época la restauración completa del Palacio Colonna, que se transforma en una suntuosa residencia romana, así como la construcción de la magnífica Galería Colonna.

El 1700 tiene como exponente familiar más representativo a Fabrizio III, marido de Caterina Zeffirina salvati, que tienen dieciséis hijos entre los cuales hay dos futuros cardenales, Marcoantonio y Pietro, y el primogénito Lorenzo, marido de Marianna d’Este, de los cuales Filippo III que vivió entre 1762 y 1818, firma otro momento de transición en la historia del linaje. Èste concentra un poder relevante para su época; se casa con Caterina Savoia Carignano y tiene una estrecha relación con las cortes de Francia y de España; fieles y leales colaboradores de los Pontifices Pio VI y Pio VII, los acompaña en el difícil período de la ocupación napoleónica del Estado Pontificio y de Roma. Sostiene militarmente a Pio VI y dona a Pio VII un edificio para ser utilizado como cuartel en Piazza della Pilotta, donde en el 1930 surgirá la Universidad Gregoriana, y el Castillo de Paliano, también éste destinado primero como cuartel y después como cárcel.

En el curso de 1800 encontramos dos hermanos, hijos de Giovanni Andrea Colonna e Isabelle Alvarez Toledo, que ilustran a la familia con sus testimonios de vida. Marcoantonio es el primogénito y presta servicio a la Santa Sede durante el largo pontificado de Pio IX y en el difícil período de la “toma de Porta Pia” en 1870. El hermano Fabrizio, general de caballería y senador del Reino de Italia, entra en Roma con las tropas de los saboya y aunque ferviente católico, representa el espíritu más liberal de la familia. El hermano menor Próspero se dedica a la vida administrativa de la ciudad y es elegido alcalde de Roma durante tres mandatos. Con ellos inicia un nuevo curso familiar, menos fastuoso y más concreto, comprometido en el ámbito social y atento al cambio de los tiempos.

Entre los tantos ilustres exponentes familiares presente en el siglo XX, merecen una particular mención los hijos de Fabrizio y Olimpia Doria Pamphilj: Marcoantonio casado con Isabelle Sursock, y Ascanio, embajador de Italia en Washington durante la II Guerra Mundial, al cual tocó la ingrata tarea de entregar al Presidente Roosevelt la desafortunada declaración de guerra de nuestro país. El mismo día, Ascanio dimitió del cargo, y no queriendo representar más al Reino de Italia y ni a su desconsiderado gobierno.

Doña Isabelle, de orígenes libaneses, se casa con Marcoantonio en 1909 y desde entonces hasta los inicios de los años ’80 ocupa un puesto de primerísimo plano en la “sociedad romana”. Mujer de gran inteligencia y de poder, defiende y custodia celosamente las Colecciones artísticas de familia incluso en el período más oscuro de los dos conflictos mundiales. Extremamente fiel junto con el marido a la Santa Sede, llegando al punto de obtener la ciudadanía vaticana, no abandona jamás su Palacio que ama profundamente y donde tejió acuerdos diplomáticos al más alto nivel, recibiendo personalidades de medio mundo. Consiguió escapar de milagro del arresto de los nazifascistas, antepuso siempre los intereses y la imagen de la familia a la cual estaba orgullosa de pertenecer.

Palacio Colonna, conservado y restaurado por ella en muchas de sus partes, tiene una profunda deuda de reconocimiento a esta gran señora, que consiguió entre otras cosas a transmitir a sus hijos y sus nietos el compromiso de conservarlo correctamente. Su huella está esculpida en dos espléndidos apartamentos de la Galería Colonna y de la Princesa Isabelle, dedicado a ella, visitable por el público el sábado por la mañana o privadamente bajo petición.

Una aventura de más de 900 años que ilustra los momentos fundamentales y los personajes más representativos.

Como telón de fondo, la fascinante historia de Roma desde la Edad Media hasta el Renacimiento, desde los fastos barrocos hasta la época contemporánea. La Ciudad Eterna, centro del Cristianismo, sede del Sumo Pontífice, capital del Estado de la Iglesia, del Reino de Italia y de la República Italiana.

El lector tendrá por tanto la posibilidad de recorrer muchos episodios conocidos y no tan conocidos de la historia romana de los últimos nueve siglos. Éstos se prestan como marco para los diversos acontecimientos de los que han sido protagonistas ilustres exponentes de la familia Colonna.

Un compendio histórico ilustrativo, fácil de leer y consultar, sin ninguna aspiración académica, fruto de una rigurosa investigación histórica tal y como demuestra la bibliografía que figura en el Apéndice.

Nuevo volumen sobre la historia de la familia Colonna desde sus orígenes hasta nuestros días (en italiano, precio 50 Euro). Disponible: -en nuestra librería en Via della Pilotta 17, Roma, todos los sábados por la mañana de 9:00 a 13:15h; -en nuestras oficinas en Piazza SS. Apostoli 66, Roma, de lunes a viernes de 9:00 a 18:00h; -enviado a domicilio previa reserva, llamando al número +39 06 6784350 o escribiendo a la dirección info@galleriacolonna.it.